Y me encanta ver mis ojos en negro
cuando me miro al espejo.
Me extasía notar el odio íntegro,
puro y viejo.
El escalofrío perteneciente
al desapego, mi ego creciendo,
querer amar
y odiar al mundo entero.
Asqueo de todos
aunque la filantropía
nace de mis poros.
Yo no me fiaría
de alguien que asciende
al infierno de forma impía.
Quien comprende la felicidad en gris,
alguien con la mirada ennegrecía
donde no se distingue rastro de iris.
.Lang.
No hay comentarios:
Publicar un comentario