A la hora de amar.

A la hora de amar,

amar con locura es la mejor usura

intentando siempre entender 

que no se puede tener amor con mesura.
.Lang.

Lúcido.

Ahora mas tranquilo,

aunque enredado en tormentas mentales,

puedo sentirme orgulloso y admiro

los sentimientos que crearon todas mis personalidades.

Puedo amar un poco mas mis versos,

soy capaz de apreciar poder bailar

pudiendo quemar así mi malestar 

y sabiendo sortear los momentos adversos.

Ahora soy un poco mas consciente 

de la oportunidad de sangrar mis ideas.

Lo creas o no lo creas, veo ciegamente.

Me volví obediente y aún lo noto.

Poseo una mente huidiza no atorada,

y aunque quieren un cacharro roto

de mi no conseguirán nada.

Os habla un lúcido demente 

que ... No importa.

Seguidles la corriente,

ya enloqueceréis cuando vuestra voz torne sorda.
.Lang.

Escalofrío.

Realmente me doy miedo.

Siento punzadas en el corazón

y carece de razón, 

pero oscuros pensamientos son,

aquellos sentimientos que apelo.

Miedo a dormir

y quedar atrapado

en el principio del fin,

vivir dentro de un ser odiado.

Odiar el ogro desesperado

que persigue al ángel atrapado.

Atrapar la inspiración 

que provoca la agonía 

del ángel enamorado

y olvidar la sensación 

tan vívida de apatía

del concepto de humano.

Me aterra poder encontrarme,

estando solo puedo estudiarme.

Comienzo a conocerme

y lo que encuentro empieza a asustarme.

Ojos microscópicos que analizan

cada detalle de su universo,

neuronas que sintetizan,

no de la mejor forma, un futuro adverso.

Amo y odio, en paralelo.

Creyente del cielo, 

aunque merecedor del averno me creo.

Sondeo en relaciones, y no veo.

Ciego a esperanza 

pues solo de un aspecto soy reo.

Desechar a ultranza 

de mi mente 'ser amado'; tan utópico deseo.
.Lang.

¿Limerencia o felicidad?

Con felicidad, 

o algo que se le parece.

¿limerencia?

creo que empiezo a confundir conceptos,

y lo importante aquí es que verso algo que atención merece.

Concededme paciencia.

Comienzo a despertar 

del letargo emocional,

comienzo a suprimir el mal y

termino empezando a amar,

de forma real.

Vivo en un continuo atisbo de mi mismo y 

de pronto vislumbro una silueta 

que me transporta a un abismo.

No distingo mas detalle que ese seseo,

ese seseo que solo surge en un seísmo.

Incapaz de mantener el equilibrio 

gateo por el subsuelo de mi delirio.

Comienzo a elaborar triquiñuelas 

vanas en la tarea de dicho maleficio.

Ya no noto el escozor de mis espuelas

mentales, y veo luz naciendo a mares de un orificio. 

Eres motivo de limerencia 

pues tu sonrisa recita una gran verdad.

Y es que no existe ninguna diferencia 

entre quererte y la tan ansiada felicidad. 

.Lang.